miércoles, 21 de octubre de 2009
La blanca Nada
He llegado a contemplar la nada.Si, esa de la que todos hablan y nadie ha visto...esa misma nada que no tiene forma ni color...Pues yo os digo que la nada es blanca! Y que varía de forma según las nubes que perturben la razón...o el grado de parsimonia que adopte un individuo.Hoy esa blanca nada es un enorme agujero en el centro de mi alma.Os preguntareis ¿Donde se encuentra el alma? Pues, la mía, en particular, esta justo detrás del iris, en los ojos, oculta tras la oscuridad y la luz de la mirada. Allí, en ese centro...algo falta para que yo, sea un yo completo... Y por eso, la nada juguetona ha decidido llenar su espacio.Todo es blanco allí ahora, un espacio blanco con forma de túnel por el que se cuelan millares de cosas. ¡Que digo millares! ¡Miles de millares!De modo caótico se cuelan por dicho orificio sonrisas sin dulzura, caricias sin voz y golpes perfumados...entre otras cosas. Un cúmulo de sensaciones inconcretas que no son capaces de abrazarse a mi memoria.Así el caos vuelve, junto al otoño...dejando caer algunas lágrimas al lado de las flores secas que mis fríos pies, pisan...Vuelvo sin una parte de mí...con un vacío profundo que necesita remiendo.¿Donde puedo encontrar un parche de inspiración para que brillen mis ojos?Porque la cremallera de la desilusión no hace más que abrirse y cerrarse continuamente...Aunque se que un día llenaré la nada con mi satisfacción y con mi orgullo...Ahora solo queda esperar a que se vaya...la blanca...la blanca y amarga nada...
miércoles, 14 de octubre de 2009
Rescatando el olvido
Los párpados caen sobre sus ojos oscuros. Siente tranquilidad…la necesitaba. Demasiados nervios en un día inesperado. Con semblante serio sonríe y deja escapar una carcajada…todo ha salido bien. La noche se cierne sobre su humilde hogar mientras el reposa sus renovadas ilusiones. De repente una caricia rompe el momento de enajenación…los párpados se recogen sobre si mismos y puede observarla, justo a su lado, dándole una caricia tras otra ,buscando su afecto. El se las devuelve convertidas en besos cálidos, dulces…Ambos se abrazan y sonríen. Pero el tiempo, verdugo de los mortales, pasa fugaz, etéreo .Y el de nuevo a de retomar el viaje hacia el País de la Eterna Sonrisa. De nuevo ha de ayudar con palabras de apoyo a aquellas personas que caen en el pozo de la desesperación. De nuevo ha de luchar contra villanos que destrozan vidas inocentes. De nuevo a de acercarse a los desafortunados y contagiarles algo de su bella sonrisa. Se arma de simpatía y humildad y deja el hogar, durante unas horas, armado con la espada de su voluntad. Otra vez recogerá a almas deshechas por los recuerdos, ancladas en falsas esperanzas e ilusiones y cogiéndolas de la mano las llevará a ese hermoso lugar que una vez a el también le hizo sonreír.
Camina por las calles de la existencia ofreciendo su valentía y ayuda…sufre al sentir en su propio cuerpo tanta tristeza. De repente mira al suelo, y oculto tras una jarra de cerveza observa a un joven que marchita su vida. Se acerca y le dice: confía en mí…el joven, sin saber porque, se deja guiar y le sigue. Alzan un vuelo mágico y contemplan desde la lejanía toda la belleza de la vida. Se forja , en el joven una nueva ilusión, un nuevo sueño…los árboles cambian de color y forma, el cielo se torna púrpura. Un eco de risas lo inunda todo.
El joven le da las gracias por enseñarle una nueva realidad que el desconocía. Y de nuevo recobra el sentido del tiempo, sonríe y sigue con su alegre caminar a buscar más gente a la que mostrarle la felicidad.
Los párpados de nuevo caen…todo ha salido bien. La noche trae de nuevo la calma al hogar. Los cuerpos se abrazan. Las caricias se pierden entre ensoñación y armonía. Ese, ese es el país de la eterna Sonrisa.
Camina por las calles de la existencia ofreciendo su valentía y ayuda…sufre al sentir en su propio cuerpo tanta tristeza. De repente mira al suelo, y oculto tras una jarra de cerveza observa a un joven que marchita su vida. Se acerca y le dice: confía en mí…el joven, sin saber porque, se deja guiar y le sigue. Alzan un vuelo mágico y contemplan desde la lejanía toda la belleza de la vida. Se forja , en el joven una nueva ilusión, un nuevo sueño…los árboles cambian de color y forma, el cielo se torna púrpura. Un eco de risas lo inunda todo.
El joven le da las gracias por enseñarle una nueva realidad que el desconocía. Y de nuevo recobra el sentido del tiempo, sonríe y sigue con su alegre caminar a buscar más gente a la que mostrarle la felicidad.
Los párpados de nuevo caen…todo ha salido bien. La noche trae de nuevo la calma al hogar. Los cuerpos se abrazan. Las caricias se pierden entre ensoñación y armonía. Ese, ese es el país de la eterna Sonrisa.
miércoles, 7 de octubre de 2009
La esencia de tu ausencia
Aún te recuerdo. No pienses que no. Sigo soñándote y recordando tus manos marcadas por el deseo. Quizá no me recuerdes tú, y tan solo sea yo un vago pensamiento de nostalgia en oscuras y frías noches de soledad. Pero a mí, la esencia de tu ausencia me pesa dentro. Porque la reminiscencia de aquel momento en que nuestros labios se juntaron, es maravillosa. Y soñar es gratis.
Te veo, y aún más te alejas. Me resigno a esperar sin desespero el momento de sentirte dentro…y cada vez es más lejano y austero.
Me miras ¿Quieres decirme algo? Pues solo escucho el viento…y hoy ni siquiera sopla para mí.
El silencio parece estar maldito, y si no ya me encargo yo de maldecirlo. Porque sin palabras se pueden decir muchas cosas…pero hay que saber entenderlas.
¿Puedes entender lo que ha gritos mis ojos te explican? Yo no se descifrar lo que los tuyos susurran…
Te veo, y aún más te alejas. Me resigno a esperar sin desespero el momento de sentirte dentro…y cada vez es más lejano y austero.
Me miras ¿Quieres decirme algo? Pues solo escucho el viento…y hoy ni siquiera sopla para mí.
El silencio parece estar maldito, y si no ya me encargo yo de maldecirlo. Porque sin palabras se pueden decir muchas cosas…pero hay que saber entenderlas.
¿Puedes entender lo que ha gritos mis ojos te explican? Yo no se descifrar lo que los tuyos susurran…
lunes, 5 de octubre de 2009
Soneto de aquello que llegó por sorpresa
Cuando la noche triste me podía
Y los sueños eran inesperados.
Cuando cegaba la luz mis párpados,
E inmensa oscuridad era mi día.
Se acercó a mi mano tu boca fría,
Y acaricié tus cabellos dorados.
Pero los sueños son solo soñados
La única noche triste era la mía.
Ha llegado en silencio y por sorpresa
Y postróse en mi intemporal memoria,
Como cual ave que atrapa a su presa.
Ahora mi penar será eterno
Por el recuerdo de esa triste historia
Que solo se narró sobre mi pecho.
Y los sueños eran inesperados.
Cuando cegaba la luz mis párpados,
E inmensa oscuridad era mi día.
Se acercó a mi mano tu boca fría,
Y acaricié tus cabellos dorados.
Pero los sueños son solo soñados
La única noche triste era la mía.
Ha llegado en silencio y por sorpresa
Y postróse en mi intemporal memoria,
Como cual ave que atrapa a su presa.
Ahora mi penar será eterno
Por el recuerdo de esa triste historia
Que solo se narró sobre mi pecho.
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