miércoles, 3 de febrero de 2010

Caminos,senderos y sueños...

Las aceras hoy se visten de desprecio y de las paredes florecen rosas marchitas que soñaron nunca florecer.Y la lluvia da paso a un sol verdugo de la escarcha más fría, calentando demasiado mis pensamientos más inoportunos…Los caminos son más verdes que la menta, y la arena padece sobre sus carnes la resaca de unos pies cansados de beberse las horas. No hay señales que me guíen hacia donde una vez me vi en sueños. Y no hay tiempo que perder para perderse por esos sueños que no tienen ni aceras, ni caminos…donde las flores muertas nunca florecen.Con desatino me tropiezo en una piedra que lleva pintada en su sien la palabra soledad. Y más que miedo, provoca la risa en estos labios secos de sonreír. Pues la soledad compañera, no puede ser más dañina, que la compañía austera del que parece que observa y solo mira.Me guardo esa piedra entre mi pecho y mi odio, y prosigo mi deambular extraño, batiéndome en duelo irónico con el sol. El me ataca con sus rayos…yo me escudo bajo el árbol del dolor…Sigo sin dirección, oliendo el pelo del viento, que deja sus mechas grises en cada paso que invierto sin dejar de sonreír. Llegaré, con más o menos tiempo, al teatro de lo inexplicable, cuando el ser humano sienta que no es preciso sentir, para volver la cabeza…para empezar a vivir…Y en ese teatro extraño, que es más o menos lejano, aquel que habita en mis sueños, cerca del país de la eterna sonrisa, me sentaré a observar que soy todo lo que quise ser aunque quizás nunca lo fui…Mientras, en el palco de lo eterno, en los mejores asientos, dejaré que la soledad, mientras se ríe a desgana, brinde por mí.